jueves, mayo 15, 2008

El drama de Luni-pooh

Esta breve entrada se la dedico a la persona más risible y llorona que he conocido en mis largos años en la red. La siempre objetivamente mentirosa, dignamente arrastrada, conocida por todos como la niña mimada de mamá que quiere ser malvada y sólo le sale hacer el ridículo a pesar de sus esmerados esfuerzos. Sí, ya sabemos quién es, para qué repetirse.

Nuestra dulce doncella que iba de "neutral" (me faltan comillas para subrayar la ironía del adjetivo) y que a la primera que alguien le llevó la contraria y la hundió en la miseria -porque niños, hay que crecer mucho para llegar al nivel de Esfinge- se cogió tal rebote que se me saltaban las lágrimas de risa al leer sus siguientes "neutrales" comentarios. Atención, comentarios que no argumentos, porque las pataletas no las cuento como tal. Obvio. Quítate la máscara y sabremos lo feo que eres (o en este caso, lo llorona que demuestras ser).

Hace ya lustros que Esfinge escribió "La verdadera historia de LMF", historia que ella misma calificó de subjetiva. Lo hizo como hace casi todo: con elegancia y una narración épica. Y por supuesto, se comió literalmente el pobre intento de Luni-pooh de narrar algo que ella apenas vivió de refilón. ¿La respuesta? Aquí, palabras vacías. En su blog, arropadita por las otras borreguitas: una sarta de insultos dignos de parvulario que AL FIN nos mostró a la damisela tal y como es: una pobre niña a la que nadie quiere, que vive moqueando a la sombra de otra que tal baila y aspira a... bueno, prefiero no saber a qué aspira, no vaya a ser que acierte.

El Lado Oscuro de la Luna resultó tan rosa como el luminoso e igual de soso e insulso. Un consejo de mi parte, linda. Toda ambición tiene límites. Y por más que saltes, no llegarás a tocar ni los pies de "la luna". Así que hazte un favor, quédate en tierra y dedícate a la jardinería. Es ideal para tí. No hay malas víboras, no tienes que lidiar con gente que te supera no sólo en años, biológicos y mentales, sino en absolutamente todo (excepto el llanto por metro cuadrado, en eso tienes el record, nadie te lo niega). Poda rositas, planta lirios, riégalos con tus lágrimas por lo injusta que es la vida y ahórranos tu estupidez, porque cuando el efecto de la risa se pasa, resultas tediosa y muy muy aburrida.

También tienes la opción de hacerte la importante en el falso foro de LMF. No niego que para alguien de tu personalidad es casi ideal. Puedes seguir pregonando esa objetividad que te resguarda de meterte en peleas que sabes que vas a perder (pura cuestión de estadística) y donde estás bien abrigadita por la lana de las otras ovejas rebañeras. Y si sales de vez en cuando en misión de chismorreo, cuidado no vaya a ser que te dejes ver, porque es peligroso hablar a la cara cuando no hay un ejército de borregos a tus espaldas. Y ya sabes, si algún intruso peligroso entra en tu bien guardado agujer... digo cuartel, corre a por tu ama para que te proteja y se deshaga de ellos.

Y por último, pero no por ello menos interesante... ¿has pensado meterte a monja? Encerradita en tu monasterio nadie cuestionaría tu "objetivas palabras" y no tendrías que esforzarte en hacer de malosa cuando, mi niña, no eres más que un proyecto de adolescente que se quedó a medio camino.

Gente como tú es la que da la mala fama a los críticos, porque no se puede criticar siendo hipócrita, mi pequeña ovejita. O dices la verdad o no la dices, pero andar navegando según el viento te lleve no es ser crítico ni es ser nada en absoluto. Y me temo que eso es lo que eres: una niña que aspira a mucho no siendo más que un ínfimo puntito que puedes pisar y seguir tu camino sin darte ni cuenta.

Mis condolencias, Luni. A ti ni siquiera han tenido que lavarte el cerebro, no te venía de fábrica.